La Biblia nos enseña claramente que Dios es uno. Sin embargo, en esta perfecta esencia de unidad, existen tres personas benditas que se glorifican el uno al otro. El Padre glorifica al Hijo, el Hijo al Espíritu y viceversa, en una armonía de perfecta unidad que trasciende la eternidad y todo entendimiento humano. Al crear al hombre, Dios forma un ser capaz de participar en esta perfecta relación de amor. Pero al mismo tiempo, Dios forma una ayuda idónea para él, para que el hombre viva en una perfecta relación de amor que ilustre la perfecta relación de unidad que hay en Dios.